Lo bueno de ser una gran familia es que siempre hay algo que celebrar, cada mes hay un cumpleaños, un santo, un demonio y hasta un arcangel. Nos reunimos, comemos, bebemos, recordamos que cualquier tiempo pasado fue mejor y si no lo creamos, así por debajo de la manta, de cuclillas, escondido en un guiño . Mi madre se enfada por las tonterías que decimos, y es que ella siempre ha sido de lo más serio, de las mujeres de su casa y de ninguna más, que como los caracoles se basta y se sobra con una, y lo que pesa llevarla a cuestas. Los hermanos mayores haciendo de mayores, más viejos de lo que deberían y los pequeños, pues eso, pequeños con cuarenta tacos y siempre con la mirada inquisitiva de la madre, que dice sin decir "Que no te digo na", y así lo dice todo. Con casi ochenta años a la espalda (y hasta en los riñones) los viejos se soportan, se quieren a su manera, porque tampoco han sabido nunca otra manera de quererse. Nosotros, pues a lo nuestro, nos llamamos menos de lo que deberíamos pero nos llevamos siempre en el recuerdo, que por eso nos une una casita blanca, allà por la falda del castillo de Santa Catalina, una ganas de vivir y de plantarle cara a lo que sea, y un huertecito en cada corazón. ¿qué más podemos querer?
Que bien lo cuentas. Casi lo visualizo.
ResponderEliminarQue entrañable y que cotidiano.
Me enamoran tus historias.
Un besote
Entonces, no queda más remedio que festejar. Abrazos.
ResponderEliminarSiempre te digo que cuando escribes de lo tuyo, cuando lo haces desde el corazón, no me cansaría de leerte... Yo estaba ahí, y no hubiera encontrado mejor manera de describir lo que había en el ambiente, en ese ambiente familiar al que estoy invitado de hace tiempo, y en el que cada vez me siento más a gusto.
ResponderEliminarTu hermano seguramente no te escribirá ni te dirá nada, porque él es así y "no cree en los blogs", pero le ha gustado y emocionado tu escrito. ¡Que lo sepas!
primera vez que visito tus blogs, son muy lindos y entretenidos, gracias por tus comentarios en mi casa. te estaré leyendo. Beatriz
ResponderEliminarFelicitats per el relat familiar. Encara que totes les vegades, les reunións familiars no acaben tan bé. Jo tinc experiències negatives. Per això em fa molt de goig llegir-te. Tens un cantó super positiu.
ResponderEliminarQuerida Charo: cuántas felicitats te debo, amiga. Felicitats per el relat familiar... por el Premio del Café del Foro -que me encantó tu microrelato-, Felicidades por tus aprobados en los estudios.
ResponderEliminarAmiga mía, mis disculpas por tardar en visitarte. Tú sabes... pero siempre tengo un trocito de espacio en tus blogs, aunque este Diario de Primavera siempre me toca al alma.
Muchas besos y Felicidades por ser como eres.
Con todo mi cariño, Puri
Sí, es bueno tener una gran familia, lo malo es si está tan dispersa que no tienen ocasión de disfrutar de ella. Ya sabes lo que dicen, que mejor la familia lejos y así no hay problemas de ningún tipo, pero yo hubiera preferido tenerla un poco más cerca, aunque hubiera alguna que otra discusión :)
ResponderEliminarUn beso, Charo.
Y enhorabuena por ese relato ganador...
Gracias por vuestras palabras.
ResponderEliminarLidia, me gustaría que más que visualizarlo pudieras vivirlo. Las familias numerosas que nos inculcó aquel señor bajito y con tan mala leche fue algo ten entrañable como el cola-cao de las mañanas, te hace crecer y te sienta de maravilla. Sobre todo cuando logras reunirlos a todos y comenzar a explicar las batallitas.
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fgiucich te envío una copita de cava virtual para que tu también lo celebres
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Carles, ets un encant i em sento molt orgullosa de tenir-te a la familia. Ja veus com som, només cal mirar al germà petit.:)
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Conciencia, gracias por tu saludo y mis exámenes fueron muy bien, ya casi coy universitaria. Fue también una alegría que celebrar en familia.
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Beatriz, está invitada a esta casa virtual siempre que quieras. A veces celebramos alegrías, otras no tanto, pero siempre hay algo que celebrar, sobre todo tener un poquito de salud sobre los hombros pa ir tirando.
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Marisa, sé que hi ha famílies que no s'avenen, que quan s'ajunten no poden oblidar petites rencúnies que no són més que aixó, petites. A casa meva vam tenir la gran sort de que ma mare sempre treia importància a les nostres baralles i sempre deia, que no ens podien barallar amb els nostres germans, després d'una estona entenies que la figura d'una mare és així, evitar les confrotacions entre els germans. Tenir la família dividida fa mal, molt mal.
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Puri, encant, gracias por tus felicitaciones, ya se de ti y ya se que, igual que me pasa a mi, tenemos días buenos y días que nos es imposible levantarnos por la mañana. Por eso, agradecemos tanto el día que nos encontramos bien.
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Mari Carmen, yo tengo la familia un tanto dispersa, pero un par de veces al año aún nos vemos casi todos (siempre falta alguno de los siete hermanos) y le celebramos. Siempre se cuentan las misma cosas, pero cada vez parecen nuevas.
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Un fuerte beso para todos y gracias por vuestro interés.